2024-09-30

¿LLA en modo nacional podrá prescindir de una alianza electoral?

¡Qué pregunta! Es lo que me digo a mí misma mientras la pienso y escribo para comenzar a dar respuestas a este planteo, que no es otro que el que esgrimió La Libertad Avanzada, a través de un comunicado, publicado horas después del acto que en Plaza Lezama, que tuvo como protagonistas al presidente Javier Milei y su hermana Karina, la gestora y materializadora de la expansión del partido a nivel nacional, junto con el otro mentor del “triángulo de hierro”, Santiago Caputo.

Si bien dejaron claramente expuesto que no dependen “de ninguna alianza electoral” para las elecciones legislativas del próximo año, que es el cuco por venir para todos los partidos y/o frentes políticos en la etapa intermedia de gestión del presidente Milei. ¿Por qué son tan importantes estas elecciones de término medio? Por varias razones. Como a todos los primeros mandatarios les sucede, las elecciones que renuevan los cargos electivos de los legisladores, refieren a legitimar el gobierno en curso, cuya base se encuentra en la cantidad de votos obtenidos. Es plebiscitario considerando que el electorado le brinda un apoyo o rechazo a los casi dos años, es decir la mitad, de los cuatro años de gobierno para los que el presidente fue electo. Esa cantidad se mide durante el transcurso del accionar parlamentario en cuanto a su calidad, siendo que, la cuantificación al respaldo presidencial, permite una gestión fluida en cuanto a la aprobación de los proyectos necesarios para la implementación de su programa de gobierno, sobre todo, en lo concerniente a la política económica.

Veamos cuánta distancia hay entre el deseo y la realidad, entre el sueño y la factibilidad, aunque, como recientemente mencionó el presidente, fue su hermana Karina quien le dijo con absoluta certeza y fe que él iba a ser presidente de la Nación, lo que lo convierte en un hombre que cree puede concretarse hasta lo más improbable, aunque luego se tope con los obstáculos que lo pongan de frente con la situación imperante. Si bien el comunicado destacó que la bandera del partido “flamea de forma independiente en seis provincias”, la Ciudad de Buenos Aires, las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Rioja y San Juan, anunció que pronto “lo hará en las restantes que componen nuestro país”. Desde ya que, para ello, necesitará de un gran esfuerzo que recaerá principalmente en Karina Milei, y seguramente de negociaciones por doquier que son las propias de la política y, que si bien son detestadas por el presidente, más cercano a la realidad que al deseo, comenzó hace poco a entablarlas en pos de sus proyectos.

En el sueño, el deseo, de Javier Milei está la mayor independencia posible, de hecho la remarca como una prescindencia de una alianza electoral para el 2025. El comunicado de La Libertad Avanza resalta que “la conformación del partido nos hace libres y así haremos libre a nuestra querida Nación”, haciendo referencia, en otro tramo, a que “somos un movimiento imparable al cual la comunidad observa entre perpleja y sorprendida”. La independencia de La Libertad Avanza depende de su expansión territorial que se conecta directamente con sus números de representatividad, para lo cual debe trascender los seis distritos que actualmente abarca en su reciente asentamiento partidario.

Entre lo posible y lo real, ¿la independencia proclamada prescinde de una alianza electoral? La realidad indica que, en el contexto internacional, raramente un solo partido se valga por sí mismo, viéndose obligado a generar alianzas con otros, ya sea circunstanciales o más sólidas a través del tiempo, generalmente con afinidad ideológica pero otras veces, con el fin de ganar elecciones o unirse en proyectos comunes o contra los impuestos por el poder de turno, forjándose en un interés común que busca lograr un objetivo concreto, a veces muy específico, en un periodo electoral concreto, y muchas veces visto en las puertas de un balotaje.

Javier Milei aprendió a negociar personalmente y meterse en la esfera política más propiamente dicha y que es inherente a su cargo, más allá de ser economista y que la esperada transformación de la Argentina pudiese llegar a concretarse mediante la implementación de sus expuestas ideas de política económica a las que la mayoría del electorado depositó su confianza. Lo hizo y está haciendo con los legisladores principalmente para que sus proyectos prosperen. Lo hacen sus funcionarios cada vez que es necesario, por medio de su Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y sus espadas en el Congreso, Martín Menem en la Cámara de Diputados, y sus jefes de bloques en ambas cámaras. Como verán, no la mencioné a la titular del Senado, Victoria Villarruel, quien no estuvo presente en el lanzamiento partidario a nivel nacional en Parque Lezama, ya que pertenece a otro espacio, al Partido Demócrata, en vías, dicen de resolución, y quien, por su parte, ha demostrado tanto adhesiones como disidencias con las ideas y su puesta en acción, de La Libertad Avanza. Entonces la pregunta pasa por si tendrá absoluta prescindecia del PRO, o de parte de este partido, de la Unión Cívica Radical que le es más afín, y de los bloques peronistas no kirchneristas.

Analicemos la prescindencia pretendida. Al PRO lo ha necesitado en la suma de votos para ganar las elecciones. Al jefe partidario, el ex presidente Mauricio Macri, también, ya sea para por este crucial motivo o para lograr alcanzar los votos necesarios para aprobar sus proyectos de ley en el Congreso. Con idas y vueltas, Milei y Macri han acordado puntos en común en varias oportunidades. A la Unión Cívica Radical también la ha necesitado, contando sólo con una fracción, la que más se vincula con los principios de Juntos por el Cambio. A Encuentro Republicano Federal de Miguel Ángel Pichetto también, a la vez que a los peronistas no kirchneristas, que componen distintos bloques, manteniendo diversas posiciones dentro y fuera del Poder Legislativo. ¿Podrá sin ellos? Hoy no. Pero cree firmemente en esa construcción partidaria a nivel nacional con vistas a alcanzar su independencia política, lejos de negociaciones constantes y permanentes que, en realidad, son materia casi diaria para los gobernantes y su equipo.

El PRO cuenta con una parcialidad proveniente de la fractura entre Macri y Bullrich, luego de la última asamblea partidaria, después de la cual quedaron claramente expuestas las posiciones de unos y otros, siendo que, la Ministra de Seguridad, pretende una fusión que, al quedar integrada con La Libertad Avanza, se convertirían en uno solo, quizás con otra denominación, pero con el mismo espíritu. Y aquí entonces se cuela el tema de que, en su pretensión de no quedar desdibujados y menos fagocitados por el partido gobernante, Mauricio Macri y el segmento mayoritario del PRO que lo acompaña, sostienen la vigencia del partido, tal cual su formato original, incluso en la hasta ahora modificada estructura del frente de Juntos por el Cambio, sin alineamientos incondicionales, y en una postura de aliados reflexivos ante cada situación particular.

La búsqueda de afiliados a la que la Libertad Avanza convoca propende a crecer en número. Los militantes, o parte de ellos, que estuvieron presentes en el acto llevado a cabo en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, se lo confirman. Entre la realidad y la esperanza de la concreción del deseo está la aclamada frase de “ya no dependemos de ninguna alianza electoral”. ¿Lo logrará? Y, si bien, se dice se busca “terminar con una grieta…”, esta aparece, no tan claramente delineada, pero aparece, incluso con riesgo a afianzarse.

Por María Belén Aramburu

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