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31/05/2024

¿Qué significa para la Argentina su ingreso a la OCDE?

En la actualidad la OCDE cuenta con 38 países miembros, de los cuales, sólo algunos, concentran el 60% del comercio global.

¿Qué significa para la Argentina su ingreso a la OCDE?

Lo primero que hay que hacer es explicar qué es la OCDE y en qué consiste su funcionamiento. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, es un organismo internacional, fundado en 1961, con sede en París. Su objetivo es proponer, impulsar y armonizar políticas que sirvan de estímulo para el crecimiento económico y el desarrollo social de sus países miembros, contemplando también a aquellos que no están directamente asociados a él. Tuvo su antesala en otro organismo, la Organización Europea para la Cooperación Económica, creada en 1948, como consecuencia de la crisis derivada de la Segunda Guerra Mundial. El Plan Marshall, como método de ayuda a través de fondos de los Estados Unidos, con el fin de alcanzar la reconstrucción del continente europeo, fue de significativa importancia a tales propósitos.

Si bien, como hemos visto, fue creada en una coyuntura muy particular y crítica, se fue adaptando a los vaivenes que, en materia económica y como consecuencia de la misma, social, han venido zarandeando a todos los países, algunos con mayor y otros con menor capacidad para afrontarlos, ya sea por su capacidad de gestión para hacerles frente, o por sus mecanismos institucionales mejor adaptados para estas circunstancias, o por sus ricos recursos que obviamente dependen de los dos ítems anteriormente señalados.

En la actualidad cuenta con 38 países miembros, de los cuales, sólo algunos, concentran el 60% del comercio global. Adentrándonos en los fines del diseño de la OCDE, nos encontramos con que su objetivo consiste en “promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y bienestar de todas las personas”, además del diseño de “mejores políticas para una vida mejor”, lo cual, desde un punto de vista económico y, hasta humanitario, desde sus enunciados, este organismo podría resultarle beneficioso a nuestro país, ya que además brinda asesoramiento en estos rubros. Tiene además, como propósito, acelerar el comercio internacional, según los fundamentos de su creación, así como también la realización y publicación de investigaciones que recaben estadísticas que sirvan a los objetivos trazados de políticas económicas, sociales y medioambientales para “mejorar el nivel de vida de sus poblaciones”. Desde estos considerandos, sería un beneficio para la Argentina.

Para quienes se preguntan si este organismo podría brindarnos préstamos o girar fondos, como los que solemos necesitar, incluso para pagar nuestra deuda, o para costear proyectos de infraestructura, la respuesta es no. Para ello deberíamos recurrir, como lo hemos venido haciendo y lo hacemos, al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial o al Banco Interamericano de Desarrollo. ¿Entonces por qué y para qué podría resultar un beneficio nuestro ingreso a la OCDE?

Cuando pedimos un préstamo al Fondo Monetario Internacional o a cualquier organismo, y tratándose en este caso específico de la devolución exigida como contrapartida, debemos someternos a controles técnicos y deberes impuestos y supervisados por nuestro acreedor, para obedecer al cumplimiento de nuestras obligaciones. En el caso de la OCDE, organización que, como expliqué anteriormente, no se ocupa de realizar préstamos ni otorgar fondos, cuenta con requisitos en cuanto a la incorporación de un Estado y su consecuente continuidad, ya que pasan por un proceso de evaluación, que debe confirmar su adherencia a los valores y principios que la caracterizan. Los estándares a cumplir, son evaluados por diversos comités, que se atañen a que los Estados miembros o por serlo para ser aceptados, garanticen los valores de la democracia y la protección de los derechos humanos, entre los principales. En el orden económico, el sostén está dado por los principios que sustentan a las economías de mercado abiertas, que deberán a su vez ser competitivas y transparentes. Por lo que, el trámite de ingreso, como el que en estos momentos ocupa a la Argentina, puede demorar, de acuerdo con las condiciones exigidas y las comprobables.

En base a su Marco para la Consideración de Futuros Miembros, en enero de 2022, el Consejo de la OCDE, decidió iniciar las conversaciones de adhesión con nuestro país. Pese a que para la Argentina, éste ha sido un organismo con el cual ha participado en el trabajo de muchos comités, y se ha sumado a ciertos de sus instrumentos legales, desde 1982, la invitación nunca fue respondida por el gobierno del ex presidente Alberto Fernández, a diferencia de otros países de la región, como nuestro vecino Brasil, y Perú.

En su premisa “lejos de los BRICS, cerca de la OCDE”, Javier Milei aceptó inmediatamente la invitación que le fue enviada apenas asumió, aunque pueda ser que ni siquiera experimente su incorporación terminado su mandato, ya que, como aclaré, puede demorar en el tiempo, habida cuenta de las circunstancias a considerar y aprobar y/o adaptar, pasando por la evaluación de 23 comités.El Ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de Diana Mondino, es el encargado de supervisar el proceso, coordinando el trabajo de todos los ministerios no sólo del Gabinete Nacional, sino a su vez, los de todas las provincias.

¿Es una cuestión ideológica formar o no parte de la OCDE? ¿Qué pasó en enero de 2022, durante el gobierno de Alberto Fernández, cuando la Argentina, fue invitada a formar parte de esta organización? La respuesta fue que el gobierno se iba a tomar un tiempo “prudencial” para contestar, lo cual finalmente no sucedió, ya que no la hubo. En ese entonces se especuló con la prioridad que se le daba a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional en cuanto a relaciones del país con organismos internacionales, en el marco de una renegociación de la deuda. O sea que, por un lado había requerimientos y cuestionamientos del Fondo Monetario para con el país, y por el otro, las exigencias tenidas en cuenta por la OCDE para su incorporación. ¿Las condiciones de ingreso a esta organización colisionaban con la política económica del anterior gobierno? Algunas de ellas claramente sí, como podía ser el cepo cambiario entre otras. La adecuación exigida del programa de gobierno de la gestión en curso, iba a contramano de los principios de su política económica. También se consideró en ese entonces, el frente de adecuación de medidas tendientes a satisfacer al organismo financiero internacional, para pedir otro préstamo stand by para pagar la deuda y negociar las condiciones de la política económica en marcha para modificar montos de interés en base al capital comprometido. O sea, hubiese demandado, de parte del gobierno de Alberto Fernández, una doble y simultánea adecuación de los estándares exigidos por ambos organismos, que tampoco estaba dispuesto a realizar.

Quien inició el proceso de ingreso de nuestro país a la OCDE fue el ex presidente Mauricio Macri, alineado por completo con los preceptos del organismo, habiéndose por ende iniciado algunas reformas como la ley del mercado de capitales, ley de responsabilidad empresaria, reforma tributaria, que pasaron por el Congreso. Si bien el gobierno de Fernández miró al FMI, dejando de lado la invitación a formar parte de la OCDE, ¿hubiese contribuido pertenecer a este grupo de miembros de países desarrollados y en desarrollo, para renegociar mejor la deuda con el  organismo financiero? Seguramente sí. ¿Podrían haber servido las experiencias compartidas de otros países del organismo a contribuir con el crecimiento y desarrollo económicos de nuestro país? Probablemente sí. Son las decisiones de política exterior las que llevan a un país a orientar su camino a formar parte de ciertos organismos o prescindir de ellos en el contexto político, económico y diplomático mundial.

Aunque el proceso de incorporación demore algunos años, incluso más que los cuatro de la actual gestión de Milei, el actual gobierno va por su integración como una garantía de cumplimiento de determinadas normas de comportamiento económico tendientes al crecimiento y desarrollo, buscando un alineamiento con los países desarrollados y los que, en desarrollo, forman parte de esta organización. De este modo pretende acceder, incluso solamente por la intención de su deseo de formar parte, llevada a la práctica con la presentación de los exigidos requisitos y sus adaptaciones en base a las exigencias imperantes, a inversiones extranjeras con mayor facilidad. Sería una señal para los mercados a los cuales el gobierno de Milei está intentando seducir a través de la explicación de la implementación de su programa económico, profundizando los lazos comerciales con otros países miembros, facilitándoles la venta de nuestros productos y servicios, en especial, a los países con mayores ingresos, aumentando probablemente la credibilidad y confianza en nuestro país, por el cumplimiento derivado de estándares estadísticos y de anticorrupción establecidos por la OCDE.

Teniendo por objetivo, ya sea en la continuidad a cargo del Ejecutivo o de otro titular, obviamente que persiga la misma finalidad, de pasar de ser un país en desarrollo a uno desarrollado, lo cual sería un fin en sí mismo y, de lograr cumplirse, conllevaría un ascenso en la escala mundial, el ingreso de la Argentina a la OCDE derivaría en un claro beneficio.

María Belén Aramburu

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